Transformemos los Propósitos en Acciones

2 Enero
2023

Comienza el año nuevo con nuestras mejores intenciones y las expectativas más altas puestas en estos 365 días por venir.


Sin importar la época del año, constantemente promuevo la importancia de realizar inventarios de vida como parte importante del autoconocimiento, el crecimiento y la sanación de los seres humanos.

El final o inicio de un año suelen ser momentos ideales, ya que la sensibilidad está a flor de piel, proporcionándonos voluntad y apertura, para realizar este ejercicio con mayor profundidad.

Si tu necesitas más claridad en tu andar por la vida, te presentamos algunas recomendaciones para realizar este balance, más que de lo “bueno y malo”, de la forma en la que estas viviendo la vida, TU vida.


(No olvides tener papel y pluma a la mano)

  • Olvida tu edad. Por un momento imagina que no sabes cuántos años tienes. ¿De cuántos años te sientes? Revisa cuál ha sido tu experiencia total de vida hasta este momento y cómo te sientes con respecto a todo lo vivido. Si existen experiencias que te gustaría borrar de tu historia o por el contrario algunas en las que has quedado estancado, es un indicador de tus necesidades actuales. A veces, la edad nos sugiere que “deberíamos o no deberíamos” haber tenido tales o cuales vivencias. La realidad es que aquello que hemos vivido hasta hoy es exactamente lo que nos corresponde de acuerdo a nuestras decisiones, historia de vida y circunstancias de cada instante de nuestra existencia. Sería sanador identificar aquellas cosas que es posible sumar a tu vida y también aquellas que en tus manos está el poder o la decisión de eliminar.
  • Aprende a escuchar tu voz interior. Si por un momento fueras un recién nacido, y no supieras nada de lo que en tu vida va a acontecer, ¿cuál sería la guía de vida o el consejo de vida que le darías? ¿De qué maneras o en qué momentos alimentas esa parte de ti que te hace conectarte con el universo, la humanidad y que saca de ti lo mejor?
  • Tu lugar sagrado. Existen lugares para nuestra vida que tienen el poder de renovarnos y llenarnos de bienestar, ideas nuevas, alegría o fortaleza; esos lugares a los que sin duda alguna pertenecemos y nos ayudan a redireccionar cuando estamos perdidos o a disfrutar lo que hemos alcanzado. ¿Te permites frecuentemente ir o permanecer en estos lugares?
  • Etapas oscuras. Todos hemos tenido momentos de dolor, incertidumbre, cambios o transformaciones difíciles. ¿Cómo lograste salir o sanar esos momentos?. Somos muy propensos a arrastrar el dolor, a aguantar, a dejar que el tiempo cure las heridas, las pérdidas y si es posible que el tiempo arregle todo. El tiempo o su paso por nuestra vida por sí solos no curan ni arreglan nada. Lo que cura y arregla nuestra vida o nuestra alma es lo que nosotros hacemos con el tiempo, las acciones que tomamos para nuestro bienestar, la actitud que elegimos para enfrentar y sanar lo que duele o aquello que nos cambia la vida. El tiempo tiene sobre nosotros el mismo poder que tiene sobre un vino. Si el vino está en las condiciones adecuadas de temperatura, posición, iluminación solar, etc. obtenemos un buen vino, pero si las condiciones no son las adecuadas el vino se fermenta y se puede echar a perder hasta avinagrarse.
  • Resolver pendientes. Este es uno de los motivos por los cuales la mente constantemente viaja al pasado. A veces los pendientes son tan ordinarios como esa cita con el médico que hemos aplazado durante meses o años; y otras, los pendientes pueden ser tan importantes que nos dan la paz que tanto necesitamos cuando decimos: “¡te amo!”, “perdóname”, “gracias”, “te reconozco”, “eres muy importante en mi vida”, “en verdad me lastimaste”, etc.
  • Vivir el momento presente. ¡Nadie lo hace! La mayoría de las personas vive en el arrepentimiento del pasado o en la incertidumbre de lo que les depara el futuro. Vivir el momento presente nos hará más conscientes de la forma en la que nos llevamos con la vida. Desde tener un trabajo, una familia y actividades cotidianas que satisfacen nuestras expectativas o si estamos viviendo la vida que alguien más desea para nosotros.


Este año nuevo, les propongo cambiar los deseos y propósitos por acciones conscientes y dirigidas; y más allá del resultado tener la satisfacción de vivir de acuerdo a nuestro corazón.

Que el año que está comenzando les llene de bendiciones, bienestar y alegrías.

¡FELIZ 2023!